La educación es un campo fértil para la aparición y propagación de mitos, especialmente aquellos relacionados con la neurociencia. Estos «neuromitos» suelen originarse en malentendidos o interpretaciones erróneas de investigaciones científicas, y pueden llevar a prácticas educativas ineficaces o incluso dañinas. En este post, hablaremos de algunos de los neuromitos en educación y aclararemos qué dice realmente la ciencia al respecto.

Neuromito 1: «Usamos solo el 10% de nuestro cerebro»

La afirmación de que solo utilizamos el 10% de nuestro cerebro ha sido cuestionada por investigadores que sostienen que usamos todo el cerebro (Papadatou-Pastou et al., 2021). La evidencia de estudios neurocientíficos sugiere que si no se utiliza el 90% restante del cerebro, las vías neuronales pueden degenerar (Craig, 2021). Esta afirmación sobre el escaso uso del cerebro no está respaldada por pruebas empíricas y se considera un neuromito (De Bruyckere,2015). La creencia en este neuromito sigue siendo alta entre los educadores (Hasler, 2012). En general, la idea de que solo utilizamos el 10% de nuestro cerebro no está respaldada por ninguna evidencia científica y debe considerarse un neuromito.

Neuromito 2: «Los estilos de aprendizaje son cruciales para enseñar de manera efectiva»

Los estilos de aprendizaje no están respaldados por evidencia empírica y se consideran un neuromito. Hacer coincidir el estilo de enseñanza con los estilos de aprendizaje preferidos de los estudiantes no conduce a una mejora de los resultados académicos. Varios estudios revisados en los artículos no encontraron ningún apoyo empírico para la hipótesis (Stephen, 2023). Los profesionales de la educación conceptualizan los estilos de aprendizaje principalmente dentro del marco visual-auditivo (lectura) cinestésico (VAK/VARK) y de las inteligencias múltiples de Gardner, pero existe una confusión entre las teorías del aprendizaje y los estilos de aprendizaje (Papadatou-Pastou et al., 2021). La creencia en el neuromito de los estilos de aprendizaje sigue siendo alta entre los educadores, a pesar de la falta de evidencia (Newton et al., 2021). Entre los educadores existe una opinión generalizada sobre la necesidad de adaptar la enseñanza a los estilos de aprendizaje, y no hay evidencia de que haya disminuido en los últimos años (Newton, 2020). La teoría de los estilos de aprendizaje reduce la enseñanza y el aprendizaje a categorías demasiado simples y etiqueta a los estudiantes de manera que pueden limitar su potencial (Lawrence, 2020).

Neuromito 3: «El cerebro de niños y niñas funciona de manera muy diferente»

Los cerebros de los niños y las niñas no funcionan de manera muy diferente (Knowland, 2020; Lise, 2010). Si bien existen algunas diferencias y el de los niños termina de crecer más tarde durante la pubertad, estas diferencias reflejan la maduración física más que el desarrollo mental (Lise, 2013). Los neurocientíficos han identificado muy pocas diferencias fiables entre los cerebros de niños y niñas que sean relevantes para el aprendizaje o la educación (Halpern, 2010). Las diferencias de género en las capacidades cognitivas, emocionales y de autorregulación varían más dentro de cada género que entre el niño y la niña promedio (Xianglai, 2020). La idea de que los niños y las niñas aprenden de manera diferente en función de rasgos anatómicos o fisiológicos inherentes no está respaldada por evidencia científica .

Neuromito 4: «El hemisferio derecho es para la creatividad y el izquierdo para la lógica»

La idea de que el hemisferio derecho es para la creatividad y el hemisferio izquierdo para la lógica es un neuromito que ha sido ampliamente rechazado por la comunidad científica. Si bien es cierto que la creatividad implica la capacidad de combinar conceptos remotos para crear ideas novedosas y útiles, lo que se basa en el procesamiento asociativo en el hemisferio derecho (Guo, 2023), en realidad la creatividad se apoya en la interacción dinámica de múltiples redes cerebrales. La red en modo predeterminado participa en la generación de ideas novedosas, la red de control ejecutivo regula el proceso para producir resultados relevantes para la tarea y la red de prominencia supervisa el cambio entre estas redes durante la cognición creativa (Aberg, 2016). Además, incluso en las tareas especializadas en el hemisferio derecho, la intensa actividad paralela en el hemisferio izquierdo favorece el procesamiento creativo (Vartanian, 2023). Por lo tanto, la creatividad y la lógica no se localizan únicamente en un hemisferio, sino que implican el funcionamiento coordinado de múltiples redes cerebrales.

Bibliografía

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Craig, H., L., Wilcox, G., Makarenko, E., MacMaster, F.P. (2021). Continued Educational Neuromyth Belief in Pre- and In-Service Teachers: A Call for De-Implementation Action for School Psychologists.. Canadian Journal of School Psychology, doi: 10.1177/0829573520979605

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Nota del autor

Este artículo se ha redactado con la ayuda de SciSpace.