Google Lens es una aplicación de reconocimiento de imágenes para móvil que existe desde 2018.
Aunque es capaz de leer texto, escanear códigos de barras o buscar el precio de los productos fotografiados, no son estas capacidades las que nos interesan, sino la habilidad de determinar las especies de todo tipo de plantas y animales. Por supuesto, no me refiero a reconocer un león o una gallina, sino que puede detectar especies que solo un especialista en la materia sería capaz de clasificar correctamente.
Lens puede instalarse en el móvil como una aplicación separada aunque, en los dispositivos Android, la podemos encontrar en la aplicación para Google, Google Fotos, como un pequeño icono en la parte inferior de cada fotografía.
Sin necesidad de instalarlo, también lo encontraremos en la aplicación Google, formando parte del buscador a la derecha del micrófono.
Si instalamos la aplicación, obtendremos algunas opciones adicionales, aunque no aportan nada a lo que tratamos en este artículo, como no sea la facilidad de abrirlo y hacer la foto directamente desde la aplicación.
Lens en acción
Independientemente de la forma de acceder a la aplicación, Lens coloca un punto azul sobre la imagen que ha detectado. Si esta imagen de nuestra foto no nos interesa, podemos pulsar sobre otra parte de la imagen o utilizar el botón de selección para escoger solo una parte de la misma.
En la parte inferior nos pueden aparecer una serie de fotografías para que seleccionemos la que mejor se ajuste a nuestro espécimen o directamente el nombre de aquello que hemos fotografiado.
Si desplazamos las fotos de la parte inferior hacia arriba obtendremos más información.
Las opciones que aparecen no son únicamente fotos que se parecen a la nuestra. Son dos especies de insectos muy similares y que, basándose en otras fotos que no aparecen aquí, nos propone como posible elección. Al seleccionar una u otra, la información que hay en la parte inferior cambia.
La selección de Lens no es una simple coincidencia de imágenes, sino que es una elección basada en información muy variada obtenida de Internet. Esto se ve claramente con la fase juvenil de un insecto que no se parece en lo más mínimo al adulto, Nezara viridula. La fase juvenil es redondeada, negra y con manchas amarillentas, mientras que el adulto tiene una forma diferente y es totalmente verde
Google Lens utiliza técnicas de aprendizaje profundo (véase Wikipedia) que está basado en el aprendizaje automático o machine learning. Esto hace que los resultados no sean una mera comparación de imágenes similares.
Veamos algunos ejemplos más.
Los límites de Lens
La capacidad de Lens para reconocer seres vivos es realmente asombrosa, no obstante no podemos quedarnos con la primera propuesta. Muchas veces no coincide claramente con nuestro espécimen pero otras, aunque aparentemente es muy parecida, un estudio más detallado revela que no es exactamente lo que nos ha indicado.
Una vez Lens nos propone uno o varios nombres posibles, debemos iniciar una búsqueda exhaustiva para confirmarlos en la medida de lo posible. Hay que buscar y comparar con lo que se dice en otros sitios, así como cotejar visualmente las fotos con otras. Es una buena idea hacer varias fotos y dejar que Lens nos sugiera los nombres en cada una de ellas, así veremos cuáles son los que se repiten.
En ocasiones solo nos servirá para saber el género, la familia o el orden a la que pertenece nuestra especie. Por lo que, aunque no siempre se llega al nivel de especie, sí nos aproxima mucho a lo que nuestro ser vivo pueda ser. Esto es algo que hace solo unos años era poco menos que imposible, a veces ni siquiera era factible saber el orden o la familia debido a la complejidad taxonómica de muchas de las especies.
Con esta herramienta podemos alcanzar cotas de identificación taxonómica nunca vistas con anterioridad y puedo asegurar que, en el campo de la taxonomía, Google Lens es una absoluta revolución.
Usos y aplicaciones
La utilidad didáctica de esta aplicación queda fuera de toda duda como fuente de información en zoología, botánica o micología. Cualquier profesor de biología con intereses sobre la fauna y flora local le podrá encontrar infinidad de aplicaciones.
En primero de ESO tiene una utilidad especialmente atractiva, ya que en este curso se trata de forma explícita la clasificación de los seres vivos y da pie a numerosos trabajos sobre el tema.
Igualmente, para los aficionados a las plantas y animales en general, con toda seguridad les aportará muchas satisfacciones. Y a más de un especialista le puede suponer una ayuda en algún momento.
Origen de las imágenes
Todas la fotografías utilizadas como ejemplos en Lens de este artículo, son originales.
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