Blog sobre educación

Usos educativos de ChatGPT

Desde que a finales de noviembre de 2022, se hizo público el uso de ChatGPT parece que haya pasado mucho tiempo. Ha sido el servicio de Internet que más ha crecido en toda su historia, llegando a los 100 millones de usuarios en solo dos meses, cuando, por ejemplo, Instagram tardó más de un año en hacer lo mismo. ChatGPT es un sistema conversacional capaz de mantener una conversación sobre cualquier tema y argumentar sus posiciones. A diferencia de otras inteligencias artificiales, su conversación es totalmente natural y, si no lo supiésemos, con seguridad pensaríamos que hablábamos con una persona.

Sin lugar a dudas es todo un fenómeno social, pero este crecimiento tan rápido, ha hecho que muchos estén hablando sin haber profundizado en lo que puede hacer este programa y muchas veces hablando con poca experiencia del producto o directamente de oídas.

Lo que hace peor

Hay aspectos con los que debemos ir con mucho cuidado y verificar siempre lo que nos dice ChatGPT, algunos ejemplos son:

  • Matemáticas. Es incapaz de hacer operaciones simples sin cometer errores, los resultados matemáticos que proporciona son muchas veces erróneos, a pesar de que en la actualización del 30 de enero dijeron que le habían dado capacidades matemáticas, parece que no ha sido suficiente. Se sabe la teoría y si le pedimos que nos explique conceptos lo hará bien, pero no así su aplicación.
  • Datos concretos. Si le vamos a pedir la biografía de un autor, la historia de un acontecimiento, o la descripción de una ciudad, es muy posible que acabe mezclando sucesos y lugares que seguramente tienen algún tipo de relación pero son inexactos. Los datos concretos que le pidamos deberán ser siempre corroborados. Aquellos que dicen que ChatGPT solo sirve para elaborar trabajos simples descriptivos, se equivocan, justamente en este aspecto no es demasiado bueno.

Lo que hace mejor

En general, ChatGPT destaca en las habilidades de orden superior como el análisis o la creatividad.

  • Explicar conceptos. Es muy didáctico en aquello que explica y podemos hacer que la explicación se adapte al nivel que queramos con solo pedírselo.
  • Relacionar acontecimientos, ideas, personas, etc. Es capaz de encontrar semejanzas entre conceptos muy distintos, será ideal, por lo tanto, para relacionar autores, obras o acontecimientos históricos, por ejemplo.
  • Dar ideas. Basta que le mencionemos un tema para que nos dé distintas opciones y puntos de vista para tratarlo. Una vez seleccionamos uno podemos pedirle que nos lo explique o lo desarrolle con más detalle.
  • Planificar. Si le pedimos una actividad sobre un tema concreto podemos hacer que lo planifique hasta el detalle que nosotros queramos.
  • Clasificar. Si le damos un conjunto de ideas o temas y le pedimos que nos los agrupe por categorías lo hará fácilmente.
  • Evaluar y proponer mejoras. Podemos darle un texto, por ejemplo, la respuesta de una pregunta, un escrito que hayamos realizado sobre algún asunto o un simple correo electrónico, y lo evaluará y nos sugerirá mejoras si se lo pedimos.

Cómo debemos usarlo

La mejor forma de sacar un buen partido consiste en tratarlo como si estuviésemos hablando con un experto; preguntándole, pidiéndole explicaciones y requiriendo variaciones sobre lo que ha dicho, si es que no nos acaba de convencer. De este modo, después de un proceso de acercamiento paulatino llegaremos con seguridad a aquello que nos interesa y que nos será de utilidad. No tenemos que esperar una respuesta completa o satisfactoria a la primera, sino que será necesario algo de diálogo para llegar a una solución satisfactoria.

Usos educativos para el profesorado

El profesorado podrá usarlo para cualquiera de sus labores docentes como:

  • Ideas para programar actividades, problemas, prácticas, situaciones de aprendizaje, etc.
  • Elaboración y desarrollo de estas actividades. Si le damos las instrucciones apropiadas, ChatGPT seguirá nuestras instrucciones para elaborar los contenidos de la forma deseada.
  • Mejorar y aportar novedades a material que ya tengamos.
  • Simplificar instrucciones. Le podemos dar instrucciones escritas, por ejemplo, de una actividad docente y nos las simplifica, tanto en contenido como en extensión.
  • Elaboración de ejercicios y exámenes, con su solución correspondiente.
  • Creación de preguntas con sus respuestas para ejercicios.
  • Diseño de actividades cooperativas o de cualquier otro tipo.
  • Aconsejar al profesor sobre cómo resolver problemas en una actividad o recurso.

Usos educativos para el alumnado

  • Responder preguntas sobre las materias para comprenderlas mejor o para ampliar los conocimientos.
  • Explicar conceptos complejos que el alumno no haya entendido bien. ChatGPT puede adaptarse a lo que necesita la persona.
  • Hacer resúmenes de texto y extraer sus ideas principales.
  • Proporcionar ideas para abordar los trabajos creativos del alumno.
  • Discutir temas controvertidos y así practicar el pensamiento crítico.
  • Practicar idiomas.

Se habla mucho de utilizar ChatGPT para hacer trabajos sin esfuerzo, realmente en este aspecto no es nada nuevo, ya que el alumno que quiere ya dispone de los medios suficientes para poder realizar casi cualquier tema copiándolo de algún lugar. Es cierto que ChatGPT pone la detección de copia más difícil, puesto que los programas antiplagio no lo detectan. Sin embargo, en lugar de lamentarnos y preocuparnos demasiado por esto, quizás es el momento de replantear la evaluación que estamos haciendo y adecuarla a la inteligencia artificial que viene, puesto que es ya imparable.

2 comentarios

  1. Tomás

    ¿Cómo debemos o cómo podemos usarlo ?
    Justamente tiene desarrolladas las competencias que queremos que nuestros alumnos practiquen (Buscar y procesar información). Si lo hace esta maquinita, ellos se cruzarán de brazos. Conocerlo no significa potenciar su uso sobre todo a ciertas edades.

    • Juan José de Haro

      Prohibirlo es inútil, más allá de decirles que no lo pueden usar para hacer los trabajos que les mandamos.
      Su uso es inevitable y no podemos impedirlo, además, ya lo están utilizando. En un año o dos tendremos no uno, sino unas cuantas docenas de servicios de IA que harán casi cualquier cosa que se les pida.
      Por lo tanto, la cosa pasa forzosamente por enseñarles a usarlo bien, por ejemplo, para entender cosas que no han comprendido en clase o para darles ideas de cara a realizar un trabajo.
      Otro aspecto muy importante es que los trabajos que realicen deberán justificarlos para que sepamos que saben lo que han hecho. La evaluación va a tener que ir mucho más por la vía de saber argumentar aquello que han hecho, no solo en presentarlo. Por lo tanto, es necesaria una evaluación más presencial, menos basada en deberes realizados en casa. Y si los hacen, deberán explicarlos en clase.
      No hay vuelta atrás, hay que ir encontrando la forma de hacer que la IA sea una aliada y ocupe su lugar en el aprendizaje.

Responder a Juan José de Haro Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

© 2024 Bilateria

Tema por Anders NorenArriba ↑